Se van a cumplir cuarenta (40) años del retorno de la
democracia, de aquel 25 de marzo de 1973, en que asumió como gobernador Mario
Franco, gobierno que culmina con el golpe militar del año 1976.
Su administración dejo en la provincia de Río Negro
El Plan de Salud, y una política de Estado que tendió a dignificar y modernizar
el servicio; la jerarquización de la tarea, renovación de equipamientos y
tecnología, prestigio de los profesionales y un sub. Sector público en el que
primaba la APS como estrategia. Es aquí donde la enfermería comienza su proceso
de profesionalización con la primera etapa denominada Reconversión de Empíricos
cuya cifra era casi de un 90% del personal.
El 1983, se contaba con un 84% de auxiliares de enfermería,
un 8,3% de profesionales y el 7,7% de empíricos. En diez (10) años se había
conseguido cambiar totalmente el perfil de formación.
Ya en el año 1985, en periodo democrático, la Lic. Antonia Lencina, crea la
Escuela Superior de Enfermería, dependiente del Consejo Provincial de Salud
Pública. Esta formación terciaria favoreció la incorporación de recurso humano
de probada calificación, cuyos egresados eran requeridos en distintas regiones
de la Argentina. Esta
entidad formativa tuvo renombre y mucho prestigio y le aporto a la provincia de
Río Negro y Neuquén, los primeros profesionales nacidos y formados en la región.
En la década del ’90 y ya vigentes los programas de
profesionalización en el país, Río Negro
propuso su propio proceso a través del Programa de Profesionalización de
Auxiliares de Enfermería, (PROPAE), con participación financiera de la Fundación Kellogg.
Este programa innovador les proponía a los auxiliares, formarse en su propio
lugar de trabajo, con una fuerte integración teórica – práctica y sin costo
financiero para el estudiante.
En el año 1996 se implementa el Programa de
Desarrollo de la Enfermería en la Región Patagónica (PRODEP), en el marco del cual
se articula la formación de grado para las provincias de Río Negro y Chubut
mediante un convenio interinstitucional. Así se forman los 200 primeros
licenciados en enfermería en las dos provincias.
Otro hito importante ha sido la sanción de la Ley Nº 29/99 del Ejercicio
de Enfermería, en vigencia actualmente y que regula el accionar profesional,
teniendo como base los lineamientos de la Ley Nacional 24.004.
En el año 2000, en el contexto de la integración
latinoamericana, Río Negro firma un convenio con la Universidad de Santa
Catarina, Brasil y se implementa el Programa de Formación de Auxiliares de
Enfermería Comunitarios (PROFAEC), proceso destinado a todos aquellos sectores
que ofician cuidados de la salud, como los operadores de salud mental, agentes
sanitarios y cuidadores de ancianos.
También en esta década, se crea la REDFENSUR, a instancias
de la UPCN, que ofrecía,
profesionalización de Auxiliares, y actualmente bajo la denominación de IPAP, ofrece
además la carrera de grado.
Simultáneamente el sub. - sector privado, a
instancias de la
Federación Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina
(FATSA), y la Asociación de Trabajadores
de la Sanidad
Argentina ATSA, filial Río Negro también se hace participe de
la capacitación y formación de enfermeros, además de la denominada reconversión
de empíricos (formación rentada).
Todos estos procesos que forman parte de la historia
y el presente de la enfermería rionegrina, son necesarios tenerlos presentes a
la hora de efectuar un nuevo avance en la profesión.
Esta historia aunque reciente, ha sido muy intensa,
sin lugar a dudas el impulso ha sido positivo, los logros formativos han sido
indiscutibles y se debe seguir propiciando el ámbito de crecimiento sostenido.
Debemos
direccionar la formación dentro de los ámbitos universitarios de la región,
propiciando la integración teórico – practica – investigación, y
fundamentalmente comprender que la formación es un medio, no un fin, en el que
se debe aspirar a la máxima calidad de los egresados en pos de una prestación
de excelencia.
El pilar académico no es el único en el que se deben
renovar esfuerzos, sino que resulta necesario avanzar en la Colegiación, ya que es
el medio por el cual las profesiones enriquecen su vida disciplinar y se
fortalecen en la practica.
Inicialmente la practica de enfermería se desarrollo
casi por imitación. Rara vez se sistematizaba esa práctica y menos aun el
conocimiento que le daba soporte. Las enfermeras podían cambiar información
pero esta se enfocaba más en el “como”. Con la aparición del proceso de enfermería
en los años 60, las enfermeras comenzaron a tener un lenguaje común que
facilito compartir aspectos de la practica. Cuando las enfermeras comenzaron a
compartir las experiencias de dar cuidado, el enfoque procedimental cambio
hacia un enfoque de practica, de practica basada en conocimiento científico
(Alligood, 1994.).
De alguna manera el paradigma medico, mas
desarrollado y devenido del positivismo, reemplazo lo que comenzaba a ser el
paradigma de enfermería (conceptos de salud, ambiente, cuidado, persona,
holismo,…..).
Las perspectivas de la simplicidad nacen del enfoque analítico
que reduce el mundo a la unidad y que
conciben la diversidad como mera combinatoria de unidades. Sin embargo, la
complejidad es algo muy diferente, implica forjar un marco conceptual
completamente distinto que permita concebir sistemas multidimensionales nacidos
en una dinámica relacional y que nos llevan a pensar (nos) y a construir mundos
de sentido muy diferentes a las que surgen de los modelos de pensamiento
basados en oposiciones binarias.
Con relación al pensamiento, cuidado y atención de la salud consideramos que el modelo de la
simplicidad ha sido estructurado a partir de la conjugación de cinco
oposiciones dicotómicas fundamentales:
- Cuerpo / mente
- Individuo / sociedad
- Humano / naturaleza
- Normal / patológico
- Publico / privado
Debemos señalar que todas estas polaridades están
embebidas en la distinción radical entre “sujeto / objeto”. Por ello todo
proyecto de construcción de abordajes que hagan lugar a la complejidad debe
incluir necesariamente el cuestionamiento a la epistemología de base sobre la
cual se ha sustentado la simplicidad.
Esta perspectiva reduccionista ha restringido lo
corporal a lo biológico, lo vivo a lo físico y esto a lo mecánico.
Este enfoque no habría sobrevivido mucho tiempo si no
fuera por el sistema de enseñanza universitaria y por la departa mentalización
hospitalaria, que fueron a la vez creados y creadores del enfoque mecanicista
de la salud.
El universalismo del modelo medico hegemónico basado
en la concepción mecánica de la ciencia de la simplicidad ha sido uno de los
obstáculos mas poderosos para que podamos producir nuevos sentidos.
En la enfermería en particular provoco una crisis paradigmática:
-
En lo formativo: tendencia a formar a los nuevos
profesionales enfocados a atender situaciones de enfermedad, y aquellos que
resistieron a esa tendencia, forman enfermeros con una mirada preventiva,
pagando los costos que eso implica en sus inicios laborales. Escasez de
posgraduados en la región.
-
En el ejercicio: un nivel alto de dependencia, mirada acrítica
de las políticas de salud, rol secundario, practica institucionalizada y sin
participación activa en la promoción de la salud y la prevención de las
enfermedades.
-
En lo social: no ha sido categórico el rol social de la
enfermera, no es un actor social reconocido, perdida del rol de ciudadanía,
todo esto deriva en un bajo reconocimiento o un reconocimiento indebido.
-
En lo asociativo: una profesión dependiente no tiene
permitido asociarse, no existe un ¿porque?, ¿para que? Esto deviene de un
pensamiento hegemónico de que el cuidado profesional, esta supeditado a lo
curativo.
-
En lo disciplinar: la enfermería en el mundo y América
Latina y Argentina, a tenido importantes avances en indagación científica, no
ha sido así en Río Negro, ya que para que esto suceda se debe ofrecer un
ambiente propicio, permitiendo la formación de Colegios Profesionales.
La salud, desde una perspectiva de la complejidad,
debe pensarse en referencia a la vida, a los valores que el hombre construye, a
las prácticas culturales que le dan sentido.
No es el cuerpo el que enferma sino el ser humano.
Mas aun, la persona dotada de emoción y conciencia, afectiva y capaz de
conocer, imaginativa y social, inconciente y entramada, es la que enferma o
sana, la que vive o muere. Y esta “persona humana” no pertenece al campo de la
biología solamente, sino que adviene y deviene “sujeto”, porque no nace como
tal, sino que se hace en y por los intercambios sociales en los que participa y
en cuyo ambiente esta embebida. Si aceptamos que existen tantas formas de ser
personas como culturas humanas, si convenimos en que no existe una naturaleza
humana ni una estructura psíquica abstracta ni universal, no podemos aceptar la
existencia de parámetros o criterios de salud fijos y eternos.
En particular, acordamos con el pensamiento que
proponen las Dras Denise Najmanovich y Dra. Vera Lennie, que los problemas de la salud son parte de la
cuestión general de la “vivencialidad”, en la medida que concebimos al ser vivo
como un nodo en la trama evolutiva de la vida. Desde esta mirada, la salud no
puede ser nunca una cuestión meramente individual, sino que esta siempre en la intersección
entre el hombre / mujer, su sociedad y su medio ambiente. Por otra parte, el
ser humano como “unidad heterogénea” no es meramente un mecanismo biológico, es
un ser consciente e inconciente, afectivo, emocional, socializado que vive en
una cultura determinada con historias, producciones de sentido y expectativas
especificas.
Ni los conocimientos técnicos, ni los diagnósticos o quirúrgicos,
son infravalorados, sino que entran a formar parte de un espacio dinámico
de intercambio y colaboración, en el
cual la perspectiva se orienta en consonancia con las exigencias del entorno.
Los modelos multidimensionales como los propuestos
aquí, no pueden sostenerse en el marco
de las instituciones actuales, con una rígida organización jerárquica y una división
del trabajo, el saber y la responsabilidad fundada en un modelo mecanicista y
en sistemas de salud burocratizados y plagados de intencionalidad lucrativa,
rentabilidad y/o eficacia administrativo – económica.
Los sistemas centralizados y fuertemente
burocratizados han estallado en casi todo el mundo, sin embargo la búsqueda de
soluciones globales, definitivas y universales atenta contra la resolución del
problema, solo una aproximación comunitaria local con amplia participación de
todos los actores sociales pueden aspirar a construir un camino al complejo
abordaje de la salud.
Lo cierto es que la enfermería vivencia un encauce
paradigmático, la institucionalización de la enfermería provoco que se
desarrollara casi específicamente en la atención de la enfermedad, cuando su
razón de ser es la atención de la salud, tendiendo fundamentalmente a la
promoción de la salud y la prevención de enfermedades, viendo al ser humano de
una manera holística y dentro de un contexto social, cultural, político e
histórico.
Es necesario entender que existe una unidad dialéctica
de contexto y practica, que el contexto es estructurante y dinamizador del
cuidado y el cuidado lo es del contexto.
El cuidado de la salud es un derecho al cual todos
los seres humanos deben tener acceso y enfermería, como disciplina profesional
de las ciencias de la salud, tiene el deber moral de interponer los medios a su
alcance para que este derecho sea ejercido por todas las personas, en
concordancia con los valores profesionales. Por esta razón es necesario que el
cuidado enfermero influya en la definición de la política pública.
El Colegio de enfermería en la Provincia de Río
Negro, es el espacio profesional donde se conjugan todas estas posiciones ideológicas,
y donde se deberá asegurar, en primer lugar una prestación de calidad en cuanto
al cuidado se refiere a todos los habitantes de nuestro territorio, en segundo
lugar deberá ser una entidad que tienda al prestigio de la profesión y al
mejoramiento de la calidad de vida de los colegas y al mejoramiento de sus
condiciones laborales.
Hacen 60 años que la formación enfermera se ha
instalado en las universidades, en Río Negro la primer escuela terciaria data
del año 1985; luego de 27 años se trata el Proyecto de Ley de Colegiatura,
viéndose como una necesidad imperante, ya que todas las profesiones, deben
regular su accionar a través de las estructuras asociativas, las que además le
permite dar un salto cualitativo en su faz cinética, formativa y en la
practica.
La enfermería debe ser ejercida por aquellos que
tienen la preparación específica para hacerlo, de acuerdo a sus incumbencias.
La práctica empírica ha sido una etapa que debimos transitar, como también lo
es, la baja calificación formativa. Deberá el colegio en conjunto con el Estado
Provincial propender a una formación de calidad acorde a las necesidades
actuales; no solamente en función de la profesión sino respetando los derechos
de los ciudadanos de la Provincia de Río Negro, que merecen recibir cuidados de
calidad y por profesionales competentes.
Por ultimo es de gran importancia citar los
resultados obtenidos en la elaboración del Diagnostico Provincial de
Enfermería, llevado a cabo por la ADERN, durante los meses de octubre,
noviembre y diciembre del año 2012, en el transcurso de tres jornadas
regionales, llevadas a cabo en las ciudades de Cipolletti, Viedma y San Carlos
de Bariloche; jornadas en las cuales participo el personal de enfermería de los
3 sub. Sectores en forma masiva.
En resumen, los resultados obtenidos en cada uno de
los encuentros, nos permiten inferir que a pesar de que cada una de las
regiones tiene sus particularidades, todas coinciden a la hora de detectar los
problemas existentes y prevalentes y al momento de ofrecer propuestas de solución.
Son 6 variables que se pueden detectar como los
problemas relevantes que afectan al área:
- Reconocimiento social y profesional: se visualiza como un problema
complejo, ya que se considera que la enfermería no es considerada como profesión
por la comunidad y los demás profesionales del área, y no es reconocida su
autonomía.
- Formación /EPS:
ü Necesidad de unificar las curriculas de
formación, con participación de aquellos que se encuentran en la atención
directa.
ü Es necesario evitar la formación rentada y
regulada por los gremios o sindicatos
ü No hay programas de EPS, lo cual es
indispensable para mejorar cualitativamente la práctica, no solo de la
enfermería, sino de todas las profesiones de salud.
- Ausencia de investigación: no hay organizaciones /
instituciones que propicien la investigación en enfermería en la
provincia.
- Sistema de Salud: la cultura organizacional es
verticalista, biologicista, por tanto asistencialista. Si bien la
enfermería tiene como objeto el cuidado de la salud, se adapta y también
sostiene este modelo, aunque se vea afectada.
- Falta de representatividad:
ü Autoridades: ha sido eliminada la Dirección Provincial
de Enfermería, y no tenemos representatividad en el Ministerio.
ü Gremios y Sindicatos: no satisfacen las
demandas de la enfermería, han perdido credibilidad y todos coinciden en
expresar que existe un gran número de desafiliados tanto en el sub. Sector
publico como en el privado.
ü Jornadas laborales extendidas con baja remuneración
ü Necesidad de horas extras o guardias para
incrementar el sueldo.
ü Los trabajadores independientes con
dificultades en cuento a la facturación de obras sociales o prepagas (ausencia
de nomencladores)
ü Escaso recurso humano en la atención
directa, avalado por los jefes provinciales
ü Se reitera la presencia de violencia
laboral institucionalizada y por parte de los usuarios.
ü Desvirtuación de funciones, por la
ausencia de secretarias, camilleros, personal de seguridad, etc.
Las propuestas presentadas o necesidades de aquellos
que participaron en el Diagnostico Provincial, son las siguientes:
La
necesidad de contar con un ente regulador de la profesión y se menciona el
Colegio de Enfermería.
Participación
en la elaboración y aplicación de políticas de salud.
Recuperación
de la Dirección
Provincial de Enfermería
Necesidad
de regulación de la matricula, debido a la alta desocupación en el área y la
baja calidad de la prestación en el área privada e independiente (ejercicio
empírico y de otros profesionales).
Reconocimiento
de la enfermería como profesión insalubre.
Remuneración
acorde a la capacitación y la formación, además de la productividad.
La
formación de enfermería a cargo de las universidades de la región. Formación
libre y gratuita.
Modificación
y aplicación de la ley 3487, ya que la ley 1844 y 1904 han provocado divisiones
innecesarias en la enfermería.
Este resumido diagnostico, expresa con claridad, que,
las enfermeras / os, tienen la necesidad de contar con el Colegio profesional,
y desde este espacio unificador, realizar los aportes necesarios para que la
Enfermería de un nuevo salto cualitativo, y así pueda ofrecer a los ciudadanos
de Río Negro el cuidado profesional que necesita y se merece.
Lic. Nelson O. Gutiérrez-