Por Adriana Carrera
Estimados Colegas, el 12 de Mayo se Conmemora
el Día Internacional de la Enfermería, debido al natalicio de Florence Nightingale, recordemos que fue una pionera de la Enfermería moderna,
estadista, escritora y creadora del primer modelo conceptual; a partir de su
trabajo es que nace la enfermería moderna.
Históricamente
en nuestra provincia y país el 21 de noviembre se festeja el Día Nacional de la
Enfermería y en relación a esta fecha colegas del Hospital Artemides Zatti
comenzaron a intercambiar información, con referentes de otras provincias, para
saber realmente como fue instaurado el 21 de Noviembre.
Archivos
y Resolución Ministerial como la Nro 3197 indica que el 24 de Octubre de 1957,
el Monseñor Miguel de Andrea en representación de una organización de “ La
Asociación de Enfermeras Católicas” le trasmite la inquietud al GOBIERNO DE
FACTO de Rojas y Aramburu!!!
Es la Asociación de Enfermeras Católicas, de la
mano del Monseñor antes mencionado a quienes les corresponde la iniciativa de
haber establecido en el País la celebración del Día de la Enfermera, el 21 de
noviembre, bajo la advocación de la Virgen de los Remedios. En acuerdo con la
Asociación de Enfermeras Diplomadas se logra la Resolución Ministerial del
M.S.P.N Nº 3197 de 24 de octubre de 1957
La formación de esta Asociación marcaba un hito para
el despegue de la actividad profesional en el País. Un paso que tuvo sus costos
a nivel de los afectos y de las relaciones personales entre quienes, hasta
entonces concebían la enfermería como un apostolado, el ejercicio de una
vocación de servicio, para vivir día a día frente al sufrimiento humano. Las
diferencias que establecía la formación académica parecían profanar el espíritu
solidario de la enfermería. Estas posiciones a veces encontradas de las
colegas, hallaban argumentos válidos de uno y otro lado.
Lo cierto es, que el crecimiento profesional se
dirime, entre posiciones basadas en principios religiosos y aquellas que
apuestan al pensamiento laico y académico.
Hoy, un cambio de Paradigma se gesta en nuestra
Profesión, el proceso de trasformación es evidente, la formación y experiencia
se conjugan y nos habilitan para la toma de decisiones, tanto como para
participar en políticas de salud que tiendan a mejorar la calidad de vida de
todos y todas!!! y como no pensar en festejar el 12 Mayo!!! Sabiendo que el
cuidado es nuestra razón de ser, más allá de nuestros valores religiosos y
lejos de una decisión de aquella época!!!
Por Norma Cascelli
Adhiero a lo expresado por Adriana...y sumo a
continuación...
Agradezco a todos mis queridos amigos/as las
felicitaciones por el día en el que, por costumbre y por razones
histórico-políticas, se festeja a la Enfermería.
Sin embargo, para mí este 21 de noviembre nunca fue
un día feliz, es un día de derrota. Yo no lo celebro.
Transcribo las razones,(y las hago mías) que
Graciela Marrone esgrime en “Soltando amarras: Claves para comprender la
historia pendiente de la enfermería argentina.”
“Esta fecha tiene tres elementos simbólicos y
controvertidos que constituyen una provocación. La significación de la Virgen
de los Remedios en la colonización de América, el carácter religioso
exclusivamente católico y el contexto de la dictadura militar del que se vale
la organización de enfermería AAED y ACE para legalizar la fecha en pleno
quiebre violento del orden constitucional”.
“…En Argentina hay dos festejos y un discurso falaz
sobre la existencia de una celebración internacional y foránea ,el 14 de mayo
(que si festejo),y otra propia y “nacional” que en pleno siglo XXI continua
marcando y condicionando a la profesión desde el catolicismo…”
“…otro aspecto residual es la constante celebración
de los 21 de noviembre en los que se siguen ofreciendo misas en los hospitales,
bandas militares , abanderados, y uniformes…..todo esto frente al auge en las ultimas
décadas, de la incorporación en los planes de estudio de los cuidados
transculturales, así como el repudio a prácticas intolerantes y
discriminatorias que no acuerdan con el valor Salud y con los derechos de los
pacientes, las misas continúan y los crucifijos cuelgan de las paredes de los
servicios sanitarios.”
La militancia durante la última dictadura de muchos
enfermeras/os desaparecidos coexiste en nuestra historia junto a la de
enfermeros genocidas y cómplices, pero, continúa oculta, ya que la “historia
oficial” que se enseña (y aburre) es sin exclusión, el relato de un sector
social interesado en la formación de enfermeras que no piensen, domesticadas,
que no se revelen y que sean funcionales a las clases privilegiadas.
Sin embargo, cada día somos más quienes los 21 de
noviembre no celebramos, y nos comprometemos en la revisión de nuestra historia
para que la sociedad se entere que algo está cambiando en la profesión.
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